La muralla del Albaicín objeto de actos vandálicos

La muralla que rodeaba el antiguo Arrabal del Albaicín fue construida durante el reinado del sultán nazarí Yūsuf I (1333-1354). De ella se conservan alrededor de 1.430 metros en diversos tramos que suben desde el Puente del Rey Chico o del Aljibillo, sobre el río Darro, hasta la ermita de San Miguel Alto, y bajan desde allí hasta la Puerta de Elvira.

Las murallas del Albaicín y la Alcazaba de Granada fueron declaradas Monumento arquitectónico-artístico en el año 1922. Las primeras han sido objeto, desde 1958 hasta la actualidad, de una decena de proyectos de consolidación y restauración, que han frenado su deterioro y han permitido mantener la imagen tradicional del cierre de la ciudad histórica por el nordeste. Posteriormente, también se realizaron actuaciones de mejora de su entorno, tanto en el sector paralelo al Camino de San Antonio como en el que va desde la Puerta de Fajalauza hasta la ermita de San Miguel Alto. Sin embargo, la intervención en este último sector no ha conseguido los resultados esperados, debido a las numerosas actividades informales y, en su mayor parte ilegales, que se vienen realizando sin control en los últimos años. La actuación del año 2005 consistió básicamente en la construcción de dos grandes escaleras de peldaños de granito gris y una “instalación” consistente en un muro calado de granito rosa para cerrar un tramo desaparecido de unos 42 metros. Actualmente las citadas escaleras se encuentran llenas de pintadas, con bastantes peldaños desplazados y parcialmente tapadas por la vegetación silvestre. Por su parte, el muro calado presenta varias decenas de pintadas de todo tipo.

Lo más lamentable es que las pintadas también afectan a la muralla nazarí del siglo XIV y que se han visto incrementadas notablemente en los últimos meses. Solo en el tramo entre la Puerta de Fajalauza y la ermita de San Miguel Alto hay cerca de 80 pintadas vandálicas en ambos lados, algunas de gran tamaño. Varias de las más llamativas van acompañadas de textos en inglés, en los que aparece frecuentemente la palabra fuck y frases como wet pussy energy. Algunas de las pintadas incluso contienen las firmas de sus autores. También se pueden observar vertidos recientes de escombros de obras a los pies de la muralla o en sus inmediaciones.

Por otra parte, el tramo de unos 72 metros de longitud inmediato a la citada ermita, que no fue restaurado en 2005, sufre un gran deterioro, con pérdida de masa de tapia en las dos caras, que en algunos puntos casi afecta a la totalidad de sus 120 cm de anchura. No es descartable un próximo derrumbamiento de algún trozo de esta muralla.

Las murallas urbanas, ya sean de época antigua, medieval o moderna, están muy bien conservadas en la gran mayoría de las ciudades españolas que las poseen, después de décadas de intervenciones de restauración. Ávila, Toledo, Córdoba o Sevilla, entre otros muchos lugares, tienen sus murallas en perfecto estado de conservación, con paseos desde los que se puede disfrutar de su belleza. No conocemos en ninguna ciudad española un caso de vandalismo cometido sobre sus murallas y de abandono y degradación del entorno tan fuerte como el de las murallas del Albaicín. Y esto sucede a pesar de que están dentro de un área incluida en la lista del patrimonio mundial por la UNESCO desde 1994.

El Centro UNESCO de Andalucía quiere hacer un llamamiento a las autoridades competentes en materia de Protección del Patrimonio Artístico, así como a la Fiscalía, para que inicie las acciones pertinentes para actuar sobre los autores de estos delitos contra un Monumento declarado Bien de Interés Cultural. Es importante que se eliminen las pintadas lo antes posible, porque su existencia invita a nuevas agresiones. Por otra parte, quizás algunos de los autores de esas pintadas, sean locales o extranjeros, no sepan que están deteriorando un monumento del siglo XIV, contemporáneo de la Alhambra, por lo que sería bueno poner varias señales que lo indiquen y adviertan también que es un delito deteriorarlo.