

Estudio realizado por alumnas de Prácticum, tuteladas por el Centro UNESCO de Andalucía, del Máster Interuniversitario en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos del Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, en el que se recopila información sobre los centros que trabajan la educación en la Cultura de Paz. El estudio se ha realizado en el marco del Año Internacional de la Paz y la Confianza.
Compartimos el manifiesto del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (M.C.E.P.) "Abrir la escuela. La educación presencial es irrenunciable."
El derecho a la salud debe ser compatible con el derecho a la educación, entendida ésta como resultante de unas vivencias de aprendizaje colectivo y no meramente una mera transmisión y adquisición de contenidos académicos.
La Carta de la Tierra es una síntesis de valores, principios y aspiraciones que son ampliamente compartidos por un número creciente de hombres y mujeres en todas las regiones del mundo. Los principios de la Carta de la Tierra reflejan una extensa consulta internacional. Estos principios están cimentados también en la ciencia contemporánea y la ley internacional, así como en las bases de la filosofía y ética de cuidado. Varios borradores de la Carta de la Tierra fueron circulados alrededor del mundo para su comentario y debate por parte de organizaciones no-gubernamentales, grupos comunitarios, sociedades profesionales y expertos internacionales en varios campos.
La idea de formalizar el Derecho Humano a la Paz surgió en los años noventa, aunque las referencias al derecho de la comunidad de la vida de vivir en paz empiezan desarrollarse desde la Segunda Guerra Mundial. En el Informe del Director General de UNESCO sobre el Derecho Humano a la Paz, publicado en octubre de 1997, se reconocen los “estrechos vínculos que existen entre los derechos humanos y la paz, reconocidos y formulados en el Preámbulo y los Artículos 1 y 55 de la Carta de las Naciones Unidas, la Constitución de la UNESCO, el Preámbulo y el Artículo 28 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como en otros instrumentos relativos a los derechos humanos adoptados por las Naciones Unidas.
En unos momentos en que la civilización occidental, aunque no sólo ella, mostraba su poder y su control tecnológico en un amplio rango de áreas, desde la espacial a la telemática, pasando por la industrial, energética o militar, emerge un virus que paraliza el mundo, retornándole a épocas que creíamos superadas, como cuando el azote de las epidemias diezmaban a la población en el Medievo.
La enfermedad por coronavirus COVID-19 es una nueva infección aguda emergente que ha alcanzado rápidamente graves proporciones pandémicas que requieren una reflexión y respuesta bioética global. Los muchos problemas éticos que surgen requieren dejar a un lado las diferencias y reflexionar colectivamente sobre soluciones éticamente aceptables. Una perspectiva desde la bioética y la ética de la ciencia y la tecnología, enraizadas en los derechos humanos, debería desempeñar un papel clave en el contexto de esta pandemia desafiante.
Nacido en 1925 en Granada (Nicaragua), en el seno de una familia acomodada, inició sus estudios en Managua para continuarlos, más tarde, en México y Nueva York. A lo largo de su vida desarrolló una amplia actividad como escritor, poeta, teólogo, artista y político.
Informe sobre las obras realizadas próximas a la Alcazaba y a las Murallas del Cerro de San Cristóbal de Almería.
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